La raya es un signo de puntuación representado por un trazo horizontal (—) de mayor longitud que el guion. Se pueden utilizar dos rayas, una de apertura y otra de cierre, para introducir un inciso dentro de un período más extenso, estas se escriben pegadas a la primera y última palabra del período que enmarcan, y separadas por un espacio de la palabra que la sigue, sin embargo, si lo que sigue a la raya de cierre es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos. Se utiliza principalmente en las siguientes situaciones:
1. Para encerrar aclaraciones o incisos, por ejemplo: Para mí la amistad —cualidad que valoro por encima de cualquier otra— es algo sagrado.
2. Para introducir una nueva aclaración o inciso en un texto ya encerrado entre paréntesis, por ejemplo: Si quiere más información (los libros existentes —incluso en español— son bastantes), deberá acudir a otras fuentes.
3. En la reproducción escrita de un diálogo, la raya precede a la intervención de cada uno de los interlocutores, sin que se mencione el nombre de estos, por ejemplo: —¿Cuándo vendrás nuevamente? —No lo sé. — ¡Avísame! En este caso no es necesario escribir el texto en distintas líneas.
4. Se utilizan para enmarcar los comentarios del transcriptor de una cita textual: “Es de suma importancia —señaló el presidente— que se refuercen los sistemas de protección social”.
